jueves, 8 de mayo de 2014

Ecos

Dije algo que no entendí, conceptualmente no sabría que significa. Somos capaces de elaborar pensamientos que ni siquiera entendemos, o eso parece. Como un deja vu ese pensamiento vuelve hacia mí una y otra vez, se repite, y sigo sin poder descifrarlo.

Se vuelve un misterio, un enigma que mi mente se niega a soltar. Me obsesiona, me perturba. Quizás eso pasa cuando en una persona racional es el corazón quien habla. Pareciendo tan fuera de lugar, como si fuera un pensamiento de un extraño implementado en otro lugar.

Con el tiempo aprendí a convivir con ese pensamiento, aprendí a creer en él. Hay fuerzas que no entendemos, que resultan imposibles de disuadir como la gravedad. 

Tus palabras siguieron replicándose en mí como ecos de mi propia voluntad.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Para seguir

Cuando pude no quise, y ahora que quiero no puedo. Y todo ese tiempo que paso, llevando una mochila con algunos recuerdos en blanco y negro, unos libros de auto ayuda y un cassette con reproches de cosas que pudieron pasar pero no fueron.

Zapatillas desgastadas de tanto andar, dando vueltas siempre en el mismo lugar. Pero las miras y te dan la sensación de que recorrieron el mundo. De sueños rotos te puedo decir, que podes pasar una vida entera tratando de rearmarlos otra vez. Para finalmente ver, que ya nada volverá a como solía ser.

Me dí cuenta que soltar puede salvarte la vida para no terminar en el fondo del mar. Y aprendí que estando en el fondo no queda otra alternativa que resignarse o salir a flote una vez más. Que no importan los salvavidas siempre que tengas deseos de seguir, recordando los buenos motivos por los cuales vale la pena vivir.

Y no te juzgo si en una de esas te olvidas de sonreír, pero no te olvides que todos tenemos una oportunidad más siempre y cuando tengamos deseos de vivir. Todo puede cambiar de un momento a otro sin más, girando tu vida ciento ochenta grados sin preguntar.

Lo entendí y lo solté. Deje la mochila y caminé. Para que mis zapatillas sepan ahora sí lo que es andar, sin girar siempre en el mismo lugar.

martes, 6 de mayo de 2014

La relatividad de perder el tiempo

Alguien dijo una vez que el tiempo es relativo. Y pensándolo mejor, todo aquello que involucre al tiempo puede verse afectado por esta relatividad. Nuestras vidas, por ejemplo. Cuantas veces escuche decir que estaba perdiendo el tiempo (valioso tiempo, sin dudas) de mi vida en cosas sin sentido, sin una finalidad. ¿Realmente existen las cosas sin finalidad o existen las personas que no pueden verlas?

Sin embargo, muchas veces sentí que mi vida no iba hacia ningún lado, que no tenía una dirección. Por alguna razón, crecí con la idea de que si no vas hacia una dirección concreta estas perdido. Y si estas perdido, nada está bien. No hacia nada con mi vida, al menos así me consideraba bajo la intensa influencia del mundo que mira y juzga, que critica y empuja, que obliga y derrumba.

Los problemas, que surgieron en mi vida, hicieron que de alguna manera empezará a tener un sentido mis días. Tenía algo por lo que luchar finalmente, eso le daba una finalidad a mi vida, transformándome en alguien socialmente aceptado, más allá que fuera por motivos nefastos todo iba de acuerdo al plan. Las obligaciones del mundo adulto también hicieron lo suyo. Me transformaron en alguien que no hacia nada, en alguien que empezó a hacer nada. Y nada, porque entre tantas cosas que me vi obligado a hacer, deje de tener tiempo en lo que quería realmente, en todo aquello me apasionaba. Entonces, qué significa hacer algo con tu vida. ¿Hacer un montón de cosas  bien vistas culturalmente pero que no significan nada para vos o solo algunas cosas que lo representan todo para vos aunque para el mundo signifiquen nada?

De pronto lo vi. Solucione mis problemas, pero no pude escapar de la dinámica que proponen las obligaciones. Sin embargo eso no me detuvo, sabia que no me podía resignar. Me invente mi tiempo, mi propio tiempo, más allá de todo para ser yo. Y por primera vez, a pesar de hacer algo que no tiene una finalidad para el mundo, yo siento que lo tengo todo, definiendome como ser.