jueves, 16 de enero de 2020

Lo sutil

Lo sutil se vuelve incandescente para todos aquellos que, en su intención por descubrir más allá de sus narices, se conectan con lo que los rodea. 

De alguna manera, es permitirle al mundo, quienquiera que sea, que te imprima una pequeña revelación. Es mínima, sí, pero lo suficientemente estremecedora si dispone de la atención necesaria. 

Por eso resulta sutil, pero no por ello menos impactante. Está a la vista de todos, pero mejor escondida que nadie. Puede estar en cualquier lado, en el más inhóspito rincón. Tiene la facilidad de transitar desde lo tangible a lo intangible, y viceversa. Sujeto u objeto, puede ser una mera acción. Puede ser efímero o duradero, da igual, no precisa de tiempo para detonar, sino, simplemente, un receptor dispuesto a contemplar. 

No importa el color o el formato, pero siempre, siempre, importará el mensaje. Ese mensaje, que para mí puede significar una cosa, mientras que para todos los demás otra, no carece así de valor porque siempre mantiene su condición de relevante. Por eso está, casi imperceptible, pero está. Lo sutil.